Los inicios
Corría el año 1954, cuando en el corazón de Restituto Ruano Diez, comenzaba a surgir una idea: la creación de una hermandad de Semana Santa.
Por aquel entonces, Restituto Ruano (guardia municipal y proveedor carbonero) era presidente del equipo de fútbol C. D. Santa Marina. En una Junta Directiva del equipo lanzó al aire la idea de hacer algo más por León, y no relacionado con el deporte. Había oído hablar al Papa Pío XII sobre JESÚS DIVINO OBRERO, el primer trabajador del Mundo.
Con aquella idea, cuenta que se fue a ver a Madrid a otra persona clave para el devenir de la Hermandad, el escultor Víctor de los Ríos y que este le indicó que tenía lista para enviar a Nueva York una imagen de Jesús Divino Obrero, pero que si la quería para León era suya. Su coste eran 22.000 pesetas. Ruano acepta y regresa de Madrid con la talla. Con la familia Ruano y los miembros de la Directiva del C. D. Santa Marina y sus familias, 70 Hermanos comienzan esta aventura.
Restituto Ruano visita entonces al párroco de Santa Marina, que no le atiende, y acude a su homónimo de la iglesia de San Juan y San Pedro de Renueva, que les ofrece su ayuda inmediatamente.